Relatos Impertinentes – Entrevista Imaginaria con el editor de Cosmos Infundado S.L.

– Hola buenos días

– Siéntese, por favor siéntese.

– Hola vengo por lo de los libros. Soy Alberto. Le envié por correo electrónico…

– Si. Si. Me acuerdo perfectamente de su extravagante mensaje. Pero el titulo era…

– Abrazo inesperado de un idiota

– Si, si. Un título curioso cuanto menos. El del abrazo. Hummm ¿ Ha escrito Ud otros libros ?

– Sí. El primero fue Alquimia Será Tu Nombre. Y luego escribí Fly me to the moon

– En fin son raritos. No sé si se ha planteado cambiarlos. Fíjese en los grandes best-sellers de los últimos tiempos dentro de la literatura poco sospechosa. El guardián sobre el centeno. La conjura de los necios. Cien años de soledad. El juego de abalorios. La tía Julia y el escribidor. El lobo estepario. Confieso que he vivido.  En busca del tiempo perdido. Juegos de la edad tardía. El extranjero. Corazón tan blanco. Beatus Ille. Leyendas de Guatemala. La tregua. Historia Universal de la Infamia. Carta al padre. Sobre héroes y tumbas. La vuelta al día en ochenta mundos. La insoportable levedad del ser… ¿ Lo coge ? ¿ Se da cuenta que el título constituye una declaración de intenciones, que nada más leerlo apetece leerlo ?

– Bueno sí. En mi caso eso pretende el título, intentar ser la antesala a lo que sigue dentro.

– Ya veo. ¿ De qué van exactamente los libros ?

– Pues el primero y el tercero se adentra de manera subjetiva pero creo que generalizada lo que supone el capitalismo feroz en nuestras vidas, en su impacto, en cómo perdemos capacidad de reacción, de juicio y todo ello mezclado con historias de amor y desamor. El segundo es la vida de una persona en su eterno ocaso, alguien que quiso cambiar una vida acomodada por un sueño. Creo que tangencialmente también habla de lo mismo. De cómo conviene dejarlo todo a veces, siempre y cuando se pueda, claro

– ¿ Hay muertes, dragones, infidelidad, infancias desgraciadas, locura, pasión, extraterrestres, presencias inexplicables, incendios, perturbados, familiares obscenos, oscuros pasados, catedrales, intrigas palaciegas, esoterismo, desaparecidos, hijos secretos, amantes cercanos ?

– Alguna alusión a la infancia sí. Perturbados también pero no en la manera convencional. Hablan más de percepciones, sensaciones y sentimientos…

– ¿ Y esos nombres que da Ud a sus capítulos ? ¿ Hace falta todo eso ? ¿ No puede poner un simple número aunque sea en el formato romano ? Son incomprensibles. Confusos. Además, ¿ es consciente de lo que divaga, de los saltos que da en el hilo argumental, de las veces que vuelve una y otra vez con el mismo concepto ? ¿ Hay alguien interesado en sus rumiantes, su sierra, sus pájaros ? ¿ Es un libro para zoólogos o aficionados a la ornitología ?

– Bueno todo sirve para contar lo que uno quiere. Todo son medios, herramientas, vehículos…Y he creído ver en la naturaleza un buen espejo donde mirarnos no para imitarla sino para justamente lo contrario.

– Legítimo sin duda. Pero de eso medios debe apropiarse el lector, hacerlos suyos. Identificarse. Comprenderlos desde dentro. No pueden distraerle de lo sustantivo. Y hay que mantenerles con interés.

– Bueno eso creía que había logrado

– El del abrazo es un tumbaburros insufrible. Me entra un sueño terrible antes de la página veinte. Esas frases interminables que te dejan sin aliento. Esos símiles repetitivos. En fin lamento decirle que no es publicable, que no lo venderemos ni regalándolo con un diccionario. La gente no quiere sufrir ni pensar ni repasar su vida. El lector quiere disfrutar. Divertirse. Por ejemplo hoy se venden de maravilla las historias de superación. Los que adelgazan, los feos que triunfan, los analfabetos que acaban siendo ricos, los lisiados que llevan vidas normales. Los que cuentan su vida, la mayoría de veces patética y sin interés alguno pero logran enganchar a los lectores potenciales. Funciona también la compasión, la pena, la comparación de esas vidas con las tuyas, de la que sales siempre airoso. Incluso la biografía más o menos inventada de auténticos imbéciles logra captar adeptos. Acaso por esa sensación que esta sociedad quiere transmitir que siendo un idiota también se puede triunfar. Vea la televisión y su fauna. Lea determinada prensa.

Ud tiene cierto oficio. Pero aunque lo dijera Benedetti ser hábil con los sinónimos no es garantía de nada. Seguro que es un observador privilegiado capaz de detectar a gente con historias para ser contadas. Piense también en su círculo, en su familia. Parta de un recuerdo, de una pequeña idea e invéntese el resto. Salpíquelo de algunos detalles veraces, que doten al relato de cierto rigor cronológico e histórico. Pero la pura retrospección resulta hoy una pérdida de tiempo. El capitalismo y sus tentáculos no le interesa a nadie. Nos encanta el consumismo. Nos importa  poco si el medio se convierte en un fin en sí mismo. Se trata de destacar, fingir, actuar, mostrarse, exhibirse. Lo de dentro es irrelevante. Lo que se siente está en un segundo plano.

Así que vuelva cuando lo haya logrado. Le regalo algunos títulos. Rejas y esperanzas. Nada podrá conmigo. Gordo será tu padre. De las catacumbas al trono. Te llamaré fracaso. Ahora controlo mi vida. Mi vida sin la suya. No hay manera de quererte…

– Dice también que escribe poesía, ¿ verdad ?

– Si, así es. Tengo varios compendios. Poesias de Antes. No puedo quererte como los demás te quieren, No me pregunten ahora, Veinte Poemas de Cincuenta o Impertinentes Rimas Disonantes.

– Ja, ja, ja…Perdone que me ria pero es Ud. un auténtico desastre. ¿ Se le han ocurrido a Ud. solito ? Por Dios, la gente huiría despavorida de los estantes donde estén sus libros. Ponga títulos breves, haga alusión a compendios o antologías. Ja, ja, ja…Hacía tiempo que no me reía tanto con algún título. En fin. Lo dicho. Revise esos títulos y me llama en unos meses. Y volvemos a hablar

– Gracias Sr. Cosmos. Muy amable.

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